Entrevista a Nunila López, autora de la Cenicienta que no quería comer perdices

Según cuenta la leyenda, las hadas aparecen ante quienes desarrollan la visión etérea. Nunila López es un hada mágica que traspasa las sombras con sus cuentos. Sus narraciones son varitas mágicas para quien quiere despertar a la conciencia.

Esta cuentacuentos cree que la imaginación debe ocupar un lugar primordial en nuestra cultura. Defiende este género fantástico como un medio extraordinario para construir un mundo mejor.

Nunila López es cuentista. Autora, junto a la ilustradora Miriam Cameros, del clásico La Cenicienta que no quería comer perdices (Planeta), un cuento que rompe con el clásico arquetipo de princesa y aboga por un mundo sin violencia ni sumisión. La autora nos presenta su segundo libro, Cuentos para antes de despertar (Planeta), también ilustrado por  Miriam Cameros.

Decía la canción “que no te duerman con cuentos de hadas”….

A mí las hadas me encantan, lo que no me gusta es como se han utilizado en los cuentos. Las princesas rescatadas por príncipes son piezas clave para que siga habiendo maltrato, romanticismo y sumisión.

Bajo esa premisa nació el cuento de La Cenicienta que no quería comer perdices …

En realidad la idea surgió de un grupo de mujeres maltratadas que me pidió que transformara un cuento de hadas y me cargara el típico final de “fuimos felices y comimos perdices”, porque eso no las ayudaba. Así que inventé una Cenicienta subversiva y hemos acabado siendo unas clásicas (se ríe). El libro ya es un long classic y se ha utilizado como recurso en todas partes. Cuando aún no lo había editado Planeta y solo existía en PDF, ya se utilizó en el Simposio de enfermedades mentales, en cárceles de mujeres de varios países latinos y en cientos de asociaciones de mujeres, para el 8 de marzo.

Un cuento que deja claro que las mujeres pueden vivir sin un príncipe, sin comer carne y ¿Sin zapato de cristal?

Para mí el zapato de cristal simboliza el maltrato, la esclavitud por la imagen y la no aceptación de una misma. Por eso este libro, también se utiliza como recurso en centros para personas con trastornos alimentarios (anorexia y bulimia). Vivimos en una sociedad patriarcal que maltrata a los niños y las niñas, que luego se convierten en maltratadores y maltratadas. Es curioso ver anuncios de televisión en contra del maltrato, seguidos por anuncios sexistas y de culto a la belleza.

Alguien que ayudó a la Cenicienta a quererse a sí mima fue el Hada BASTA ¿Cómo se le hace aparecer?

Aparece en el momento que debe aparecer. Puede ser por un motivo interno o puede ser por una persona que te ayude a decir Basta. Nuestro libro también es un Hada Basta. Nos escribe mucha gente diciéndonos que hay un antes y un después del libro en sus vidas.

¿Seguimos las mujeres “amando demasiado”*?

Claro y ¡Los hombres también! En realidad la expresión “amar demasiado” es una ironía. Precisamente se “ama demasiado” por falta de amor durante nuestra infancia y ese amor, lo vamos buscando a cualquier precio. Una persona herida solo encontrará a otra persona también herida. El libro Mujeres que Aman Demasiado* me salvó la vida, pero los cursos y talleres que se imparten sobre este tema, no me gustan demasiado, porque la curación se enfoca en poder encontrar un hombre bueno, cuando en realidad lo único que hay que encontrar-se es a sí misma.

¿Y cómo te encuentras a ti misma?

Curando las heridas. Con la ayuda de alguna terapia y mucho trabajo personal. A mi me ayuda el Diafreo. Dice la antropóloga, Casilda Rodrigañez, que “no llegaremos al paraíso hasta que no atravesemos el infierno”. Yo estoy de acuerdo con las terapias de la sombra, las que te hacen conectar con el dolor y no huyen o lo disfrazan. Solo así, se puede finalmente ver la luz. Una vez hice un taller de “coescucha” y ese día volví a casa y escuché a mi hijo, por primera vez. Pero al cabo de los días, eso se me olvidó. Por mucha información que tengas, hasta que no te sanas, no interiorizas.

Es peligroso no sanarse ¿Lo pagan nuestros hijos e hijas?

Alice Miller decía que “es peor haber vivido en una familia con malos tratos, que alguien que haya vivido en un campo de concentración”, porque en un campo de concentración quien te maltrata es el enemigo, pero si te maltratan tus padres, que son quienes tienen que protegerte, tu cabeza se vuelve loca hasta el punto de disculparlos y autoculparte.

¿Qué diría la Cenicienta hoy, al ver que le han quitado el derecho al aborto?

La Cenicienta está muy enfadada. Ya lo estaba con el límite de edad del aborto. Sin duda, pediría el derecho al aborto libre y gratuito. Aunque a ella no le gustaría tener que abortar y por eso, utilizaría preservativo, no solo por el embarazo, sino también por las enfermedades de transmisión sexual. La Cenicienta pediría más educación sexual en las escuelas, pero sobretodo educación emocional y condones gratuitos.

El género femenino ha sido uno de los colectivos más oprimidos a lo largo de los siglos ¿Crees que es suficiente con exigir la igualdad?

Partiendo de la base que el ser humano no tiene todos los derechos, creo que la mujer debe encontrar su lugar todavía. La maternidad hace diferentes a hombres y mujeres. Decía Thérèse Bertherat que “las mujeres no solo tenemos que ser feministas desde nuestras células políticas, sino también desde las células de nuestro cuerpo”. Creo que luchamos contra el patriarcado, con sus propias herramientas. Habría que reescribir toda la historia. Isabel Allende decía que si “solo una generación de mujeres dejara de educar a sus hijos desde el machismo, éste se acabaría”. La violencia acabará cuando se deje de ejercer hacia los niños y las niñas. En el momento que se respete al ser humano desde su nacimiento, cambiará la historia.

¿No respetamos a nuestra infancia?

Tendríamos que curarnos mucho antes de tener descendencia y una vez que ya la hemos tenido, incidir más en curarnos. Y por supuesto, transformar la sociedad entera. Este mundo es hostil para criaturas y madres. A veces veo que llevan a los niños o niñas al psicólogo, cuando en realidad, esa criatura es el reflejo de sus padres y lo único que hace es defenderse y protegerse. Todo debería cambiar desde la raíz. Desde la forma de nacer, hasta la educación en las escuelas. Nos quejamos que las criaturas son hiperactivas, por no admitir no pueden estar 7 horas sentadas sin moverse. No les respetamos como merecen.

Tus últimos “Cuentos para antes de despertar”, ¿Qué reivindican?

Como dice Laura Micó, autora del prólogo del libro, “los personajes son insumisos, tercos, cooperativos y creativos… vemos estrellas desobedientes que aspiran a más que quedarse colgadas en el cielo, o colores que están dispuestos a mezclarse, para ser algo nuevo”. También encontramos la historia de Datruelo, un trueno que se siente diferente al resto y que nos habla de la injusticia del castigo. Muchos niños y niñas se identifican con este cuento, porque las criaturas, a diferencia de las personas adultas que reciben maltrato, no pueden escapar y difícilmente llegarán a denunciar.

En el cuento de los colores, el Azul y el Rosa intercambiaban sus juguetes, pelotas y muñecas, hasta que los sorprenden los “Incoloros”..

Los Incoloros son los que ejercen la violencia, la rigidez, gente herida. Son personas dormidas, pero que por desgracia, tienen poder. Tienen un problema con la felicidad de los demás, porque no son felices y no aceptan que los demás lo sean. Pero los colores huyen y deciden fundirse, así nace el color Lila. Este cuento me surgió para explicar el feminismo en las escuelas.

¿Cuándo se sabe una persona despierta?

A mi me sonó el despertador hace 21 años y todavía no me he acabado de despertar. Pero el despertador es una buena señal. Una persona se sabe despierta, cuando sabes que algo está yendo mal. Cuando te replanteas cosas que hasta ese día creías que iban de una determinada manera. A veces la señal viene de fuera, otras de dentro. Creo que ahora mismo solo están despiertas las criaturas, pero las dormimos, porque molestan. De ahí surgen determinados métodos para dormir a las criaturas y que no molesten… ¡Aunque las personas “dormidas” son muy peligrosas!

O sea, que hablamos de formar niños y niñas, cuando en realidad ¿Deberíamos deformar personas adultas?

En las sociedades que viven en tribu, no se educa, se aprende por imitación. No se puede pegar a una criatura porque pega, o gritarle para que no grite ¡Es incoherente! No se puede enseñar a respetar, hay que respetar, no se puede enseñar a amar ¡Hay que amar! Queremos a nuestros hijos e hijas en nuestro tiempo libre, en vez de ponernos las personas adultas en el suyo. Si una madre pudiera dormir cuando su bebé duerme, no tendría falta de sueño. Ya sé que es muy difícil no tener otra cosa que hacer que cuidar a tu bebé, por eso es necesaria una transformación profunda de la sociedad. Hay que tejer redes de cooperación, volver a la tribu. El ser humano es amoroso por naturaleza. Ha sido la sociedad patriarcal la que lo ha vuelto egoísta. Hemos venido a este mundo a compartir y no a competir. Creo que el estado debería proporcionar ayudas a las madres y crear espacios, pero está claro que no lo harán, así que nos toca al resto hacerlo.

Cómo sería el cuento del Mundo de tus Sueños?

Érase una vez un grupo de gente que decidió atravesar las sombras. Decidieron ver todo lo que no les gustaba fuera, para evitarlo y buscar lo malo que tenían dentro para transformarlo. Se limpiaron a base de muchas lágrimas, consiguieron que sus heridas se convirtieran en cicatrices y que solo fueran marcas en la piel. Celebraron con risas todos sus logros. Vivían , entre árboles y en plena naturaleza. Todo el mundo se hacía cargo de las criaturas con absoluto respeto. Se relacionaban sin miedo y sin posesión. Olvidaron las palabras violencia, sumisión y poder… ¡Todo era de todos y todas! La Tierra les pertenecía, como esas personas pertenecían a la Tierra.

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